LALI MARTÍNEZ SAPAGGIARI

EL CUCO
Junio 2010

La intimidad del Cuco
En las salas del MAC, se presentan una serie de obras denominada “El Cuco”, de la artista plástica Lali Martínez Spaggiari, en esta oportunidad, lo llamativo es el soporte, ya que se trata de grandes paños de nylon, comprometiendo de este modo, otras variables y cantidades de respuestas, a partir de la experimentación sobre este material, que viene haciendo la artista desde hace tiempo. Nada afecta a la forma, que se despliega amplia y cómoda en este soporte, y las técnicas de costura se aplican por planos o líneas armando los cuerpos de los cucos, contorneando sus límites y comprobando que se puede construir en la variación, con otra dimensión suplementaria en el modo de fabricación de la obra, crear soluciones sobre la marcha y dar otra perspectiva al dibujo en términos de lo conocido. Dan valor descriptivo de la obra, sin dejar de lado plasticidad, expresividad y efectos visuales estéticos de valor significativo para el accionar visual contemporáneo.

Otro método que Lali hace efectivo entre sus manos, imponiendo en especial las líneas de fuerza del armado constructivo, es lo organizado alrededor de la cosa atendida, alrededor del centro o campo de gravitación, que en este caso siempre son los cucos. Hay una auténtica estructura perceptiva a favor de una visión particularizada, que se ofrece naturalmente y de manera centralizada.

Es importante el proceso que se revela sin evidenciarse directamente, podemos inferir un auténtico trabajo para que se le hayan manifestado las dificultades y conflictos que produce el material utilizado, pruebas, ensayos, error, dan cuenta de que Lali encontró los secretos y pudo materializar un vocabulario único en su hacer visual.

Las superficies netamente sensoriales en cuanto a la percepción, se dejan recuperar desde otros lugares, el juego expansivo, la visión traslúcida de la transparencia, el descubrimiento matérico, la dialéctica de la repetición, la descripción de las formas y el reflejo personal de la huella expresiva.

La artista elabora esta serie en términos de un informalismo simbólico de lenguaje artificial, estableciendo una distancia con cualquier objeto o ser que presenta la realidad, así apela a los cucos para dar un signo inequívoco, de lógica simbólica, de sentido preciso. No hay espejo de la existencia que los rodea, es un anclaje a un ser inventado, sin símil registrado, sin ícono posible. Aunque para su creadora sea una criatura con expresiones vitales ciertas y concretas. Estos son sus cucos, cargados de un quantum de significaciones y energías, sedimentadas en el interno privado de la artista.

Hace rato que los cucos de Lali aparecieron en escena, y ya son un instrumento de expresión individual que ensancha el límite del lenguaje plástico. Sus Cucos ya tienen su propia existencia, su lógica y hasta sus exigencias y necesidades técnicas y materiales.

La artista se dedicó a jugar un nuevo juego, colorido, rico, cargado de combinaciones y novedades, y termina demostrando un punto de inflexión, una nueva “designación expresiva” desde la intuitiva plenitud de su pasión por el arte.

Los cucos de Lali no dan miedo, son seres que ofrecen un estar en el horizonte imaginario, sin resistencia, sin combates, sin oscuridades. Son ingenuos, sensibles y aportan una poderosa ternura, se los ve como en un orden superior, sin participar de la precariedad y de las miserias de nuestro mundo. Está en nosotros entrar en su universo, comprender sus atributos y dejarnos seducir por ellos.

Curación 









Montaje


















Salas










Verenisagge





































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